Nuestra historia

Antiguo convento de los dominicos
Antiguo convento de los dominicos

La Orden de Predicadores, fundada en 1216, contó desde muy temprano con presencia en Cataluña. La fundación del convento de Barcelona se atribuía, según antigua tradición, al propio santo Domingo de Guzmán, el cual la habría promovido durante el viaje que llevó a cabo por tierras hispánicas entre los años 1218 y 1219. Memoria de ello sería la calle dedicada al santo bajo el nombre de Sant Domenec del Call, primer emplazamiento del cenobio. No obstante, los investigadores modernos creen que la fundación del convento de Santa Catalina virgen y mártir se llevó a cabo por frailes procedentes de la comunidad de Saint Jacques de París entre finales de 1219 y 1221. La expansión de los dominicos por Cataluña desde el enclave condal fue significativamente rápida: Lérida en 1230, Tarragona en 1250, Gerona en 1253, la Seu d’Urgell en 1273, Castelló d’Empúries en 1317, Manresa y Cervera en 1318 o Balaguer en 1327. A finales del siglo XVI se podían contabilizar en Cataluña 19 conventos, dos casas y un colegio con un total de 356 frailes, 104 del total de asignados a Santa Catalina.

El cenobio barcelonés jugó un papel primordial dentro de la Orden de Predicadores en España así como dentro de la ciudad de Barcelona y sus instituciones. Varios de sus conventuales llegaron a ser Maestros de la Orden: san Raimundo de Peñafort (1238-1240), fray Tomás Ripoll (1725-1747) y fray Juan Tomás de Box

Actual convento de los dominicos

adors (1756-1777). Fue el primer Estudio General, centros de enseñanza teológica de primer nivel, de los dominicos en Cataluña y uno de los primeros de España. Su arquitectura destacaba

entre todas las construcciones de la ciudad por ser la primera iglesia planeada y construida plenamente dentro del nuevo estilo gótico, coronándose con un campanario de 40 metros de altura. Su biblioteca era una de las más importantes y mejor dotadas, abriendo sus puertas a la consulta pública ya desde mediados del siglo XVIII. Por último, como dato curioso, podemos apuntar que entre los años 1269 y 1369 acogió las reuniones del Consell de Cent guardándose entre sus muros las arcas con los privilegios de la ciudad.

Mercado de Santa CatalinaEl 25 de julio de 1835 el convento fue asaltado e incendiado pasando a propiedad pública. Dos años más tarde se decidió su derribo y posteriormente los arquitectos Josep Mas i Vila y Josep Buixarán planificaron el mercado neoclásico de Santa Catalina que hoy se levanta en el solar del antiguo convento. La Orden de Predicadores volvió a abrir su convento en la ciudad condal a finales del mismo siglo (1889) ya en su ubicación actual.